El de colchonero, como muchos otros oficios, era callejero. Iba por las calles pregonando sus destrezas, y alguna casa lo llamaba para limpiar sus colchones. Y su trabajo lo hacía en la calle, o en la casa, o cargaba los colchones en su carro y se los llevaba a su taller, que solía ser un solar con un cobertizo. Su trabajo consistía en abrir el colchón, sacar la lana, amontonarla y varearla. Para varear la lana lo hacía con varas de un metro de largo, más o menos, y con ellas lanzaba los copos de lana al aire. Cuando creía que ya estaba terminada su tarea, volvía a llenar el colchón y listos. Los niños lo mirábamos todo con mucha curiosidad, y nunca olvidaré este oficio, a causa del refrán, en valenciano:
"Esta és la faena del matalafer, fer i desfer", que por su significado se usa cuando haces algo de poco provecho, que luego tienes que deshacerlo.
Traducido:
Traducido:
"Este es el trabajo del colchonero, hacer y deshacer".
No hay comentarios:
Publicar un comentario