domingo, 13 de abril de 2014

El colilla




      El colilla era el nombre del autobús que hacía el servicio de transporte de viajeros entre Monóvar y Elda. Era propiedad de la familia Torregrosa, "los colillas". Tenía tres o cuatro servicios al día, y lo usaban muchas personas, pues en Elda había médicos especialistas, abogados y, sobre todo, fábricas de zapatos que daban trabajo a muchas mujeres, que iban a recoger pieles para aparar o para hacer pasaet, y a devolver el trabajo ya hecho y cobrar. Y también íbamos los estudiantes a estudiar a las academias, que a falta de Institutos, nos preparaban para examinarnos de Bachiller en el Instituto de Alcoy. 

      Cuando me tocó ir a mí, colilla ya era un "autobús moderno"; en realidad era un viejo camión carrozado como los autocares que ya se iban viendo circular por la capital. De vez en cuando se rompía y lo sustituía un viejo cacharro, parecido al del dibujo, que a duras penas llegaba puntual a su destino. Todos los días el tío Colilla nos cobraba arriba en el autobús 2,50 pesetas, pero no daba billete ni ticket ni recibo, se acordaba siempre de quién había pagado y quién no, y nunca falló, por mucho que le enredábamos para confundirlo y viajar gratis. Cuando por las tardes volvía de Elda a Monóvar salía una mujer con una olla llena a vender habas hervidas calentitas; las vendía en un cucurucho de papel de estraza. ¡qué merienda más rica en invierno, para comerla dentro del autobús, durante la media hora que duraba el viaje! Media hora para recorrer los 8 kilómetros que separan Monóvar de Elda.

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