jueves, 27 de febrero de 2014
El agua en Alicante
En la casa de mis abuelitos de Alicante sí que había agua corriente, no hacía falta ir a la fuente pública a traer agua, ni almacenarla en una tinaja, aunque mi abuela tenía una por si acaso se llevaban el agua, tener con qué. Había dos grifos, uno para fregar los platos, y el otro para lavar la ropa, cada uno con su pila. Las pillas eran de piedra artificial, roja, todo un lujo. De los inodoros hablaré otro día, pues no los había. A mí, como era un niño me acercaban una silla a la pila de lavar, mientras abrían el grifo, se llenaba la pila, y me daban un patito de plástico que flotaba en el agua, y yo jugaba horas con él, mientras mi abuelita barría, cocinaba o hacía sus cosas por la casa. ¡Con qué poco me conformaba! ¡y qué feliz era tocando el agua fresca con las manos, que se me quedaban arrugadas...!
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